La historia de Louie es única… A través de las muchas cirugías que soportó y las complicaciones a lo largo del camino, Louie nos mostró el verdadero poder de su resiliencia. Tiene una chispa para la vida, que lo mantuvo adelante contra viento y marea. Louie superó uno de los tipos de cáncer más agresivos y le extirparon dos tumores grandes. El que tenía en la pierna le impedía caminar y el que tenía en el cuello interfería con su capacidad para tragar. Tenía anemia, Ehrlichia y dientes podridos, pero incluso cuando debía sentirse fatal, Louie siempre fue el perro más dulce y feliz. Nunca se quejó y siguió luchando por su vida. Los médicos hasta el día de hoy no pueden creer que todavía esté vivo. Estuvo en cuidado de crianza durante 11 meses y finalmente fue adoptado. Ahora es un cachorro mimado, duerme en la cama con su mamá eterna y camina por la playa todos los días.