La conmovedora historia de estos dos cachorros es una de nuestras favoritas. Vivían en una playa desierta con su manada y su solitario amo de 90 años. Una vez que se descubrió que necesitaban ayuda, el personal y los voluntarios de NAC realizaron visitas semanales para controlar tanto a los perros como a los humanos, llevándoles comida, medicamentos e incluso agua. El anciano amaba a sus mascotas, pero estaba solo y vivía en extrema pobreza. Un día enfermó y acabó en el hospital. Lamentablemente, nunca regresó a casa. Recuperamos a los “perros de la playa”, como los llamábamos, y los colocamos en hogares de acogida. Los demás encontraron hogares rápidamente, pero no queríamos separar a Luke y Lenny porque ya habían perdido mucho y parecían realmente unidos entre sí. Como gemelos, eran inseparables. Seguimos buscando, tratando de encontrarles un hogar dispuesto a adoptarlos como pareja. Finalmente encontraron un hogar perfecto y los llevaron a Canadá, donde ahora usan suéteres y disfrutan recostados junto al fuego. Un final perfecto para estos dulces chicos.